El término squero deriva de la palabra "squara" que es un grupo de personas, un equipo, que trabajan juntas para construir o reparar barcos. Esto es lo que todavía se hace en el squero de San Trovaso, en el río homónimo, uno de los pocos que todavía funcionan en Venecia desde antes del siglo XVII. En este tradicional y pintoresco astillero veneciano se crean y reparan cascos de tamaño pequeño y mediano, como góndolas, pupparini, sandoli, sanpierote, caorline, topi, cofani, sciopòni y otras embarcaciones típicas de la laguna. En la dimensión veneciana, el edificio destaca por su característica arquitectónica de una casa de montaña: no solo los carpinteros y la madera provenían de Cadore, sino que también el techo, tan inclinado, era útil tanto para protegerse de la lluvia como para guardar embarcaciones. Previa solicitud, el squero organiza breves visitas guiadas, pero el foco de la actividad sigue siendo la construcción y reparación de las góndolas, completamente a mano, con métodos tradicionales. Pueden producir un par de ellos al año porque se requieren meses de trabajo y ocho tipos diferentes de madera: verdaderas obras de arte flotantes.