Matteo Tamassia es uno de los últimos maestros carpinteros, constructor de barcos tradicionales venecianos. Un amor, el de la madera, que viene de lejos y tiene raíces profundas. Nacido en Florencia donde obtuvo su máster, a finales de los ochenta Matteo se trasladó a Venecia, la ciudad donde creía que los barcos todavía tienen una gran función. Con unos años de experiencia en un astillero de la provincia de Grosseto, inició su aprendizaje con Franco Crea, gran constructor de góndolas en la Giudecca donde permaneció durante casi diez años. La experiencia del astillero es fundamental para que adquiera el arte de construir y utilizar embarcaciones tradicionales con la técnica veneciana de voga: una formación continua y completa imprescindible para experimentar en el campo y reflexionar sobre las transformaciones relacionadas con técnicas y materiales. Luego llega la oportunidad de convertirse en carpintero y así Matteo estudia para realizar el examen de teoría y práctica en la Autoridad Portuaria. Desde entonces, el "maremmano en la laguna" no ha dejado de estudiar y trabajar con pequeños y grandes constructores de barcos (incluido el squero de Tramontin) creando, en su carrera, un gran número de barcos tradicionales. De sus manos salen batele de cola de camarón (que no se ven en Venecia desde hace décadas) sanpierote, gondolini y por supuesto góndolas, sin olvidar las mascherete y la restauración de antiguas y fascinantes lanzas. Matteo construye botes de remos pero también botes que se pueden utilizar con la vela. También hace maquetas a escala. Trabajó en los Países Bajos donde participó en la construcción de un galeón y, en Alemania, donde coordinó a los estudiantes para construir tres pequeños veleros. Fue llamado por la Fundación Cini para lanzas de remos, recuperó una mascareta destruida por el tornado y enseñó durante un curso de 800 horas para reconstruir una góndola histórica del siglo XVII. Aunque no se convirtió en maestro de escuela, Matteo realmente enseña: está muy ocupado transmitiendo tradiciones marineras y técnicas de construcción a las nuevas generaciones. Porque en el pasado los tipos de embarcaciones que se veían en la laguna eran muchos, cada uno para un uso particular. Ahora es imposible encontrar una góndola, la reina de los barcos venecianos, que no tenga fondo de contrachapado marino. Hubo un tiempo en que estaban completamente en forro al igual que los taxis en Venecia estaban hechos de madera, perfectos y hermosos en su clasicismo. Aunque hoy en día ya no se construyen muchos barcos de madera, hay muchos trabajos de restauración y mantenimiento. Matteo confía en que ciertos barcos venecianos siempre se construirán en madera.